POR DOUGLAS GÁMEZ
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Una de las herramientas fundamentales para quienes se dedican al periodismo es la lectura y más los trabajos realizados por colegas, otros medios de comunicación, sin discriminar su país de procedencia.
Y así fue como esta semana llegó a nosotros un reportaje de la revista Time sobre la migración, un excelente trabajo que nos pinta la realidad mundial de una época cambiante, donde los sistemas han fallado en la capacidad para satisfacer las necesidades de sus poblaciones, lo cual ha sido aprovechado por figuras que enarbolan el nacionalismo para alcanzar el poder y salir victoriosos en los procesos electorales.
El trabajo periodístico arranca con la historia de una familia guatemalteca que salió huyendo del país a causa de los efectos de la violencia y las extorsiones dirigidas principalmente por las pandillas.
La pieza se va desarrollando como una película que nos va contando desde Guatemala hasta países de Europa cómo la tendencia ha ido cambiando y en lugar de valorizar los aportes que le pueden dar a una nación los migrantes, se ha convertido en un tema para ganar elecciones, construir muros y hacer de menos a seres humanos que al igual que cualquier de nosotros únicamente quiere darles una mejor vida a los suyos.
En América Latina vivimos una convulsión, nos guste o no reconocerlo, desde Venezuela, pasando por Argentina, Honduras, El Salvador, Guatemala, México, todos están huyendo de condiciones adversas, de pillos que quieren enriquecerse a base del trabajo de otros y de los recursos públicos dejando escasos fondos para atender las verdaderas necesidades de las poblaciones.
Y las condiciones los empujan a buscar sistemas que a pesar de la adversidad, el respeto al Estado de Derecho y la democracia se mantienen, como Estados Unidos o las potencias de la Unión Europea.
En lugar de criminalizarlos, es de darnos cuenta, de quitarnos las vendas de los ojos, aceptar que la situación cambió, que vamos por mal camino, a todos los niveles se tienen que dar girones de timón, ya no estamos en las décadas de 1980, 1990, 2000 y las siguientes, el mundo cambio y sus condiciones hagámoslo nosotros también.