Es época de alegría y celebración, regalos, tamales, cohetes a la medianoche, visto de diferente manera según la religión que se profesa, para la gran mayoría el nacimiento del Niño Dios en un pesebre en Belén.
Pero no todos celebran, la otra cara de la moneda nos muestra una realidad diferente, una casa humilde, con niños que no tendrán un tamal, ponche o regalos esta Navidad, si usted puede comparta con ellos que es mejor dar que recibir, nada nos cuesta.
Son tantas las historias o vivencias que contar, alguien me pregunta, ¿cómo se vive la Navidad en Estados Unidos? Acá es todo consumismo y lujo, viéndolo desde mi punto de vista pierde el sentido y el real significado de la Navidad, si hablamos de los migrantes es algo que me toca emocionalmente, un migrante no recuerda la última vez que abrazo a sus seres queridos y compartió con ellos un tamal en Navidad, la vida acá transcurre tan rápido en el ir y venir del trabajo o quehacer diario, muy pocos saben lo dura y difícil que es la vida solitaria de los migrantes en este país, especialmente en Navidad, la felicidad de un migrante es saber que envió dinero suficiente para que a su familia no le falte nada esta Nochebuena, pues él tendrá el dinero, pero no el calor o amor familiar que anhela y extraña.
Así de irónica es la vida, pues él pasará sólo en una habitación esperando la llegada de la medianoche, imaginando un día su regreso triunfal a ese pueblo que lo vio crecer y un día partir buscando un rumbo lejano y un mejor futuro, una llamada de su familia que celebra en la distancia le reconfortará al mismo tiempo que lo invade la melancolía, pues la mitad de su corazón está al otro lado del teléfono.
Hoy yo le recuerdo a usted que está leyendo este mensaje lo afortunado que es, pues si usted tiene un tamal en su mesa, a su familia completa, salud y un techo para esta Navidad, lo tiene todo, no importa los regalos, lujos o cosas materiales, su tesoro está allí.
Seamos agradecidos por lo mucho o poco que tenemos, dejemos a un lado los malos sentimientos como la envidia, rencor, egoísmo, todo lo que no nos permite vivir plenamente, nada ganamos con compararnos con los demás, pues cada quien vive una realidad diferente, dejemos de pelear por tonterías, la vida es más bella y hay que vivirla de la mejor manera, vaya y abrace a los suyos, hágales saber lo mucho que los ama y lo importante que son para usted, el día es hoy, antes que sea demasiado tarde, no vaya por ahí extrañándolos con tanto que expresar o decir dentro de usted, recuerde que amar y perdonar no cuesta nada.
Deseo que en esta Navidad haya paz y unión en cada uno de sus hogares, que reinen las risas, los abrazos y que brinden en familia recordando con amor a los que ya no están presentes en vida, pero si en nuestros corazones, ¡Feliz Navidad y bendiciones para cada uno de ustedes!