¿Quién en su sano juicio deja a su familia y el pedacito de suelo donde enterró el ombligo?

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Margarita Girón
Margarita Girón
Periodista y futura comunicadora de la Universidad de San Carlos de Guatemala, reportera para el Diario La Hora y La Hora Voz del migrante. Realiza materiales periodísticos enfocados a la comunidad guatemalteca en Estados Unidos. Madre y mujer comprometida con las causas que luchan por una Guatemala digna.

Por Aldo Bonilla
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Guatemala es un país rico, lleno de cultura milenaria, un tesoro de la naturaleza enclavada en la parte más grande en climas del Istmo Centroamericano. Su gente, junto al tesoro cultural, al tesoro natural y a la bendición de Dios, son un valioso legado, pero la riqueza no llega a todos.

Dadas las desafortunadas declaraciones del señor vicepresidente Jafeth Cabrera recientemente es necesario que los migrantes, nuestros hermanos de la diáspora (que viven regados por el mundo), recordemos estos asuntos:

• Los migrantes guatemaltecos son expulsados, si podemos usar el término, de sus tierras, sus raíces, sus familias, sus nidos, por una sociedad que no les brinda oportunidades para desarrollarse, porque no tienen acceso a educación que los prepare para ser productivos y ricos. Porque no tienen un sistema de salud que los ayude a vivir sanamente, ni un sistema de justicia que los trate con igualdad ante la ley. Porque las autoridades locales y nacionales no tienen ni la más peregrina idea de que cada cosa que deciden, cada obra que hacen o dejan de hacer afecta a los menos favorecidos.

• Los migrantes guatemaltecos viven un calvario en su país porque no pueden ganar recursos suficientes para mantener a sus familias y, encima de eso, tienen que soportar la delincuencia, las extorsiones, la mala calidad de las carreteras, el peligro de la contaminación y la falta de autoridad para regular los servicios que la Constitución obliga a las autoridades a proveerles para su “BIENESTAR”.

• Que los migrantes guatemaltecos, hoy más que nunca, tienen una gran oportunidad de corregir estos problemas, porque por primera vez podrán elegir a las autoridades nacionales, el poder del voto debe ser un motivo de alegría porque pueden influir en sus familias y en sus amigos cercanos para que aprendan a elegir a sus autoridades. Ya no queremos gente que hable bonito, que sea diferente o nos regale guacales. Queremos gente que nos dé oportunidades para que regresemos a nuestro país, a nuestra gente y a ser felices. Hoy la herramienta para eso será el voto. Guatemala ya no es como antes que, con anuncios de radio y tele, con compras de votos, con palabras bonitas y buenos chistes se ganaban el chance de dirigir el país. Porque hoy la cosa ya cambió. Hoy el “No te toca” es una herramienta para decirle a quien quiera presidirnos quiénes somos los que mandamos.

• El migrante guatemalteco tiene que tener esperanza de un mejor país, pero tiene que luchar para que lo tengamos. Desde lejos, en la distancia, añorando la bendición de nuestra tierra, podemos influir para que el país cambie. Ya vienen las elecciones y esta vez, como nunca antes en tantos años de tener presidentes, diputados y alcaldes. Las cosas van a cambiar.

Las cosas que están sucediendo en el país son noticia en todo el mundo. La CICIG está tratando de limpiar la corrupción que tanto daño nos hace. Dios mediante, las cosas si van a cambiar.

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