Por Rodulfo Santizo
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La dilatación gubernamental en gestiones de los migrantes es una ventaja que les conviene para ganar tiempo en la aprobación del Instituto del Migrante, entidad que vendría a reemplazar Conamigua y dejar que la sociedad civil migrante en el extranjero no pueda tener participación en la toma de decisiones para identificar, priorizar, formular, gestionar y darle seguimiento a programas o proyectos que fortalezcan a los migrantes para que sigan siendo esa fuerza que mueve la economía de Guatemala.
Las diferentes artimañas que se utilizan en varios sectores del Ejecutivo y Legislativo para abolir esta ley, que aunque no es perfecta es la única herramienta que tiene la diáspora guatemalteca para participar y cooperar en el desarrollo de Guatemala.
Resulta simpático y chistoso ver y oír a funcionarios hablar sobre temas migratorios, discurso que han memorizado por medio de la rutina de participar en reuniones y viajes que les han permitido tener contactos con los migrantes en muchas ciudades de Estados Unidos y otros países; pero lo hacen de diente a labio porque de temas migratorios, solo saben que migración, empieza con m.
Muchos profesionales que conozco desde hace tiempo mantienen este tema vigente en su acervo cultural, pues los hace notorios y posibles candidatos a cargos relacionados con instituciones que dizque ven temas del migrante; es más otros se pegan con chicle a dizque líderes para dar conferencias de prensa en Guatemala, presentándose como verdaderos defensores de los que viven en el extranjero.
Es normal que la gente que solo tiene experiencia en el sector público, vea como una amenaza el empoderamiento de la sociedad por medio de leyes que le den participación en la toma de decisiones y son aquellos citadinos que no tienen clara la realidad de la verdadera sociedad guatemalteca y que a veces llegan a conocer ciertas regiones de Guatemala y su problemática por ser candidatos a cargos por elección o por ser amigos del que llegó al poder.
Como decía en un artículo anterior, nadie nos ha sorprendido en temas que beneficien a los migrantes, ante esto, insisto somos nosotros los migrantes los que tenemos que fajarnos, hacer nuestros propios planteamientos, identificando un modelo de desarrollo para cooperar en el rescate de Guatemala, porque no hay quien tenga ese interés genuino y no nos podemos pasar la vida en hacer maquillajes a la problemática.
En el Congreso y Ejecutivo hay un movimiento para eliminarla, es gente que está en sus primeros tanes en el tema migratorio, aunque es gente que no tiene las cualidades y capacidades, ponen todo su esfuerzo para no fortalecer Conamigua y que en una oportunidad querían dirigirla. Son aquellos que están a favor de los que están en contra y en contra de los que están a favor.
Busquemos el modelo de desarrollo que deseamos, porque no hay planes ni políticas públicas claras de cara a hacer que los migrantes ocupen el lugar que les corresponde.
Conamigua es nuestra y no nos dejaremos que unos tontos inútiles, nos la quieran eliminar.