Por Rodulfo Santizo
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La población votante de Guatemala hoy más que nunca debe analizar cómo va dar su voto, porque el país urgentemente necesita un nuevo Congreso con un compromiso y respeto al pueblo que lo elige, no se puede seguir viendo y dejando pasar todo lo que los diputados actuales hacen en beneficio de ciertos sectores y el suyo propio, sin la intervención de la sociedad civil como garante del desempeño de estos falsos representantes del pueblo, que se han convertido en los verdaderos responsables de lo que está pasando en la falsa democracia que se vive en Guatemala.
No se puede permitir que estén haciendo leyes para proteger a grupos obscuros, otras para protegerse ellos mismos y haciendo transas para cobijar a cuanto corrupto del Ejecutivo se les ponen en frente, dándoles dadivas para levantar la mano. Hay muchos diputados que el pueblo ya sabe como son, entre los conflictos de intereses para el manejo de influencias para dar proyectos a empresas ligadas a ellos mismos, otorgamiento de plazas, apoyar leyes que van en contra de los intereses de la nación y ligarse a los más nefastos en líneas de corrupción e impunidad.
¡No! es sano reelegir diputados, que me disculpen los buenos legisladores, pero también hay que darle oportunidad a nuevos liderazgos, que vienen a dar nuevos brillos, con juventud, dinamismo y talvez con mejores intenciones que los actuales. Ya basta ver diputados perpetuados en el poder, ¡basta ya!
De los alcaldes municipales, lastimosamente no podemos hablar cosas bonitas, porque la mayoría son similares a los diputados, con muy pocas excepciones hay dos o tres que se salvan, pero la gran mayoría son una partida de mañosos y corruptos que le hacen demasiado daño a sus municipios, porque ellos con algunos constructores son los responsables de sobrevalorar los proyectos para sacar la famosa mordida que deben repartir entre altos funcionarios y ellos mismos; dejando obras de mala calidad que en poco tiempo están en fatales consecuencias.
Así es, pueblo de Guatemala que al salir a votar, no desperdicie el sufragio, hágalo pensando que debemos tener gente nueva que llegue a oxigenar y limpiar ese hemiciclo y municipalidades donde se fraguan grandes negocios y protección de muchos corruptos, urge pero urgen nuevos diputados y alcaldes para que la población esté segura de que los nuevos “Padres de la Patria” y “Jefes Ediles”, como verdaderos hombres de cambio.
Denle seguimiento cuando ganen y si no hacen el trabajo como se debe pídanle la revocación, que le deje el cargo al que sigue en la lista para ver si este cumple, además pedirle que sea fiel al partido que lo llevó al poder y no se cambien de bando, como es de costumbre en estos tiempos.
Con los alcaldes es mucho más fácil porque en los municipios y aldeas saben muy bien que tan honrado o mafioso es su alcalde, el pueblo le lleva bien contadas sus posibles andanzas y malos pasos, así es que todos a buscar a los mejores candidatos edilicios, para desarrollar los sufridos municipios.
Démosle ese premio a Guatemala, no votando por muchos mercenarios del subdesarrollo, nos merecemos funcionarios nuevos con vocación de servicio al pueblo y no que se sirvan con los presupuestos, sabiendo que los dineros asignados para el progreso de los pueblos es sagrado y quien ose utilizarlos para su beneficio está cometiendo un delito que merece la pena de muerte, repudio y rechazo de la sociedad en general.
¡NO! ¡NO! ¡NO! A la reelección, oxigenemos los poderes locales, departamentales y centrales de Guatemala, hoy más que nunca debe haber sangre nueva.