Por Guillermo Castillo
Para nadie es secreto que los migrantes estamos sobre la mesa, pero no en la mesa de decisiones. Observemos los hechos (facts):
1. Ministerio de Relaciones Exteriores: no existe “mesas técnicas entre autoridades de EE. UU., autoridades de Guatemala y Diásporas Migrantes” y durante un año y medio lo han bloqueado con cero voluntad política.
2. Cónsules: no tienen la voluntad de salir de sus ciudades a realizar lobby con ICE, centros de detención, cortes migratorias, policía local, cortes locales, gobernadores, alcaldes, escuelas, hospitales, centros de apoyo porque dicen que no tienen presupuesto, pero si lo tuvieron para comprar un consulado millonario en dólares en California en vez de ayudar a los millones de migrantes en Estados Unidos que enfrentan la dureza migratoria.
3. Pronacom, promueve “Plan Alianza para la Prosperidad” en teoría para reducir la migración, pero sin la inclusión del Ministerio Público, migrantes, ni indígenas (representan el 70% de los migrantes).
4. Conamigua, después de varios años aún sigue bajo el control de TODOS como si fueran su dueño. Ahora están buscando cómo sustituirla por el Instituto de Migración o un viceministerio que ellos vuelvan a controlar en nombre del migrante, pero Alejos y Briere no tienen la capacidad en temas migratorios, ni vocación de servicio comunitario, ni los principios de justicia social que se requiere para ser digno de representarnos.
5. Segeplan no tiene la voluntad que migrantes participen del Programa Operativo Anual (POA).
6. Ministro de Economía, no ve a “los migrantes como activos” y no tiene una política de emprendimientos, microfranquicias en marcada en la política exterior y su plan de acción intersectado con la política económica migrante (sectorial).
7. Ministerio de Cultura, no nos ve a “los migrantes como Diplomacia Cultural” y no vincula la política cultural enmarcada en la política exterior y su plan de acción con la política cultural migrante (sectorial).
En conclusión, el Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Municipal y tomadores de decisiones del sector privado, bancario, universitario, cooperación internacional hablan de migrantes en conferencias, en medios, en foros (sobre la mesa), siempre se refieren a nosotros como 11% del PIB, pero nadie nos da una silla para escucharnos y tomar decisiones (en la mesa) sobre nuestras necesidades y sobre nuestro futuro.
Los migrantes merecemos respeto y dignidad no solo porque contribuimos con las remesas familiares sino porque podemos desarrollar y rescatar nuestra bella Guatemala.