Por Margarita Girón
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El pasado 12 de octubre, el mundo conoció la noticia que revelaba la intención de una caravana migrante que iniciaría su camino desde Honduras hacia Estados Unidos. Los migrantes son hombres, mujeres, adultos mayores y niños, motivados por el deseo de una mejor calidad de vida, un trabajo o en algunos casos obligados a desplazarse por las condiciones de violencia y pobreza que vive el país centroamericano.
La reacción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump no se hizo esperar y en reiterados mensajes advirtió a los países de Guatemala, Honduras y El Salvador que si permitían el paso de la caravana migrante recortaría la ayuda económica que los países del Triángulo Norte reciben.
Sin embargo, la caravana integrada inicialmente por unas 2 mil personas inició su camino encontrando su primer reto migratorio en Guatemala, en donde el Instituto Guatemalteco de Migración anunció que no dejaría ingresar a los migrantes hondureños que no cumplieran con los requisitos.
Sin embargo, amparados por el Acuerdo CA 4 ingresaron al final de la tarde del lunes 15 a territorio guatemalteco, en donde fueron acogidos durante su paso por las diferentes sedes de Casa del Migrante en Guatemala.
En autobuses, autopatrullas, taxi o a pie, los migrantes fueron llegando a la capital guatemalteca desde el 15 de octubre en grupos de 15 a 20 personas, cansados con los pies lastimados pero con el objetivo fijado. Un migrante entrevistado por La Hora Voz del Migrante relataba que dejaba atrás a su familia y era por ellos que emprendía el viaje.
El padre Mauro Verzeletti, director de Casa del Migrante aseguró que durante esos días fueron acogidos miles de migrantes que buscaban refugio, alimentos, atención médica y humanitaria. Guatemaltecos se acercaron al refugio con ayuda humanitaria que permitió hasta el cierre de esta edición que miles de migrantes recibieran lo necesario durante su estancia en Guatemala.
LA PRIMERA META CONSEGUIDA
La caravana continuó su rumbo buscando la frontera de Tecún Umán para ingresar al territorio mexicano pero ya no eran 2 mil los migrantes hondureños. Conforme los días se fueron sumando más hondureños al grupo inicial que pasó por la frontera de Agua Caliente en Guatemala. Se estima que al menos 7 mil migrantes han transitado por el territorio guatemalteco desde entonces y aunque el primer grupo tuvo dificultades en la frontera para ingresar a México finalmente lo hicieron entre el viernes 19 y sábado 20 de octubre.
Una segunda caravana partió de Comayagua, Honduras y aunque inicialmente se conoce que eran 350 los migrantes que la integraban, para el 27 de octubre ya superaban los mil 500. Este grupo no contó con la misma suerte y el 28 de octubre tras una serie de enfrentamientos con autoridades mexicanas, un migrante hondureño murió víctima de un impacto de bala de goma en la cabeza.
Con este deceso ya suman 3 los hondureños fallecidos durante su tránsito migratorio hacia Estados Unidos, que representa una cantidad menor en comparación a quienes viajan de forma irregular y asistidos por coyotes, se estima que unas 4 mil personas continúan avanzando por el sur de México pese a las advertencias del presidente Trump, que calificó como “una invasión” el éxodo de hondureños, asegurando que utilizará fuerzas militares estadounidenses para impedir su ingreso al país del norte.
ARACELY MARTÍNEZ: PODRÍAMOS ESTAR FRENTE A UNA CRISIS HUMANITARIA
Aracely Martínez, autora del libro “Yo Migrante”, señaló que si los migrantes quedan atrapados en medio de las fronteras estaríamos enfrentando una crisis humanitaria. “Los migrantes se enfrentan a dos situaciones, en la que deberán decidir si permanecen como un solo bloque o se fragmenta la caravana para buscar su ingreso a Estados Unidos”.
La antropóloga dijo que si el Presidente estadounidense continúa con el mensaje antimigrante, la situación podría tornarse violenta, por lo que los entes internacionales deberán permanecer vigilantes ante la vulnerabilidad de los migrantes.
Además, agregó que las recientes declaraciones de Trump que aseguran que si los migrantes se tornan violentos podrían ser recibidos con disparos, son peligrosas porque no solo dan luz verde a las autoridades para actuar, sino también, alienta a la sociedad estadounidense con ideas xenofóbicas, que podrían actuar con libertad ante la llegada de los migrantes.
Jorge Santos, coordinador de la Unidad de Defensoras y Defensores de los Derechos Humanos Guatemala, (UDEFEGUA), destacó que el gobierno de Estados Unidos debe recordar que ha adquirido a nivel internacional compromisos en materia de derechos humanos que no pueden eludir y una de ellas el trato en materia de asistencia humanitaria en éxodos como el que ocurre desde hace 22 días.
“Los países involucrados (México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Estados Unidos) deben recordar que adquirieron estos compromisos, por lo que sus acciones ante el paso de la caravana no son simples expresiones de buena voluntad, sino obligaciones y compromisos adquiridos a lo largo del tiempo”.
Santos añadió que este movimiento no es cuestión de “congraciarse” con el Gobierno de Estados Unidos sino un precedente para promover un cambio en las políticas que fomente una mejora en las condiciones de vida de los países centroamericanos. “Esta caravana nos tiene que mover hacia algo, aunque no sepamos a qué, pero estas son manifestaciones de los cambios que deben impulsarse si queremos iniciar una senda que transforme las causas que dieron origen a este éxodo”, acotó.
Ayer el presidente Trump dijo que dará una orden ejecutiva la próxima semana que denegaría automáticamente el asilo a los migrantes que intentan ingresar ilegalmente a los Estados Unidos.
Los migrantes continuarán su camino en los próximos días, luego que el gobierno mexicano no mostrara inclinación por facilitar el traslado de los migrantes hacia los puntos fronterizos, se calcula que todavía faltan semanas para llegar a la frontera y más centroamericanos se han sumado al éxodo migratorio que por primera vez en la historia tiene la atención de la región.