Pbro. Mauro Verzeletti, C. S.
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Director de las Casas de Migrante, Guatemala y El Salvador
En los últimos años el sistema democrático de América Latina fue secuestrado por el mercado neoliberal conservador, golpeado por la nefasta ideología populista de ultraderecha capitalista, dictada y financiada desde Estados Unidos y la Unión Europea, donde los presidentes de turno al implementar dicho modelo consolidaron la fábrica de la pobreza y violencia. Los pobres son el producto final de las recetas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Internacional del Comercio (OMC), que por décadas han propuesto la liberalización económica e inversiones para el gran capital nacional y transnacional, a través del endeudamiento de los Estados.
La consecuencia primera de dichas recetas represivas y violatorias a los derechos civiles de los ciudadanos, son las migraciones forzadas y el aumento de solicitantes de la protección internacional. Es evidente que cuando hablamos de migraciones masivas, estas tienen nombre y apellido, Estados privatizados al servicio del capitalismo; estrategia maquiavélica y golpista para no implementar políticas públicas de desarrollo humano integral, como educación, salud, vivienda y trabajo digno.
Debemos considerar que las dinámicas migratorias se han expandido a contra corriente de las políticas restrictivas y antimigratorias, implementadas por los gobiernos del norte desarrollado y aceptadas por los países subdesarrollados. Estas tienen el desenlace a partir del 11 de septiembre del año 2001, con aumento del odio, cierre de fronteras y deportaciones masivas.
Un análisis del actual contexto centroamericano nos permite extraer algunas tendencias generales para establecer una visión integral de los principales fenómenos vinculados con la actual y nueva dinámica migratoria.
Una primera tendencia se refiere a una mayor fluidez en los movimientos de capitales, inversiones e informaciones, generados por la actual intensificación del proceso de globalización, a lo que se suma que el comercio entre los diversos países de la región, impactaron en la celebración del derecho a migrar, donde los pobres son afectados por la violencia, incremento del desempleo, pérdida de la propiedad de la tierra de pequeños y medianos propietarios.
Las asimetrías económicas entre los países subdesarrollados y desarrollados, motivan los gobiernos a intentar frenar las presiones migratorias que se producen por factores de atracción y expulsión, generadas por falta de oportunidades en Centroamérica. Las estrategias acordadas a través de los tratados de Libre Comercio en Centroamérica para contener los flujos migratorios han fracasado, porque los tratados han beneficiado las élites que históricamente han evadido impuestos.
El fenómeno migratorio masivo, en el actual contexto globalizado, asume un rol de mayor fuerza, porque evidencia la desintegración que se da entre derechos ciudadanos y la libre inversión capitalista. Asimismo, por un modelo forjado en la libre competencia de mercado excluyente y concentrador de riquezas en pocas manos.