POR OMAR ARCHILA
En los próximos días el ciclo escolar está por empezar en toda la unión Americana, y con el regreso a clases muchos padres tienen miedo de enviar a sus hijos a la escuela, especialmente aquellos que no cuentan con un estatus migratorio en los Estados Unidos de Norteamérica, pues temen ser víctimas de las sorpresivas redadas que agentes de Immigration and Customs Enforcement (ICE por sus siglas en inglés), hacen en diferentes estados.
Muchos educadores aseguraron que algunos padres de familia les han confesado el temor que sienten de ser arrestados mientras caminan con sus hijos hacia los centros educativos, así que han optado por mejor no mandarlos a la escuela, pues prefieren eso a que sus familias sean separadas ante las inminentes deportaciones bmasivas que la actual administración está efectuando en todo el país.
Sin embargo, expertos en el tema de inmigración aseguraron que los padres de familia pueden estar tranquilos al enviar a sus hijos a la escuela, pues debido a un código de conducta que las autoridades tienen, los agentes de ICE no pueden ingresar en dichos centros educativos. También han resaltado la importancia de que si algún padre de familia observa agentes de ICE alrededor de los centros educativos, deben de reportarlo con la administración del plantel, pues ellos tienen instrucciones precisas de qué hacer si esto llegara a ocurrir.
Otro aspecto importante para tomar en cuenta es que, sin importar el estatus legal en el país, tanto estudiantes como sus progenitores pueden hacer uso de los recursos y ayudas que tienen disponibles en los distintos distritos escolares. A decir de los expertos, es bueno que los padres se acerquen a las oficinas de los centros educativos y consulten sobre los talleres informativos para conocer sus derechos y obligaciones, sitios en internet con información sobre inmigración, grupos de abogados de bajos recursos, entre otros.
Aunque aún no se tienen datos oficiales sobre el aumento o disminución de estudiantes para este ciclo escolar en el país, lo que sí es un hecho es que muchos de los alumnos han aprendido a vivir con el fantasma de la deportación y con el temor a que un día sus familias puedan ser desintegradas por no tener “papeles”. Por su parte, centros de apoyo para migrantes están exhortando a los padres de familia a que envíen a sus hijos a clases, pues con una población educada y preparada se puede tener un mejor porvenir.