Juan Carlos Pocasangre. MBA, MTD, MS.
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Los soñadores somos todos los migrantes que abandonamos nuestros hogares y país en busca de un sueño, que en las últimas tres décadas ese sueño solo se puede encontrar en Estados Unidos.
Lamentablemente para muchos la búsqueda de ese sueño resulta siendo una pesadilla que dura días, meses, años y muchos hasta mueren en su camino. Lo cual se convierte en un infierno para sus seres queridos en Guatemala, porque muchos de estos “dreamers”/migrantes hacen préstamos con taza de intereses muy altas, y en varios casos dejan hipotecados sus bienes y raíces para conseguir dicho préstamo.
Y si se tardan mucho tiempo para llegar a su destino o lamentablemente mueren en el camino, los familiares quedan totalmente desamparados en la calle y sin dinero, peor que antes.
Pero para los que logran llegar a sus destinos en alguna ciudad de Estados Unidos, y logran conseguir trabajo, el cual casi siempre es trabajo muy duro que yo mismo los he vivido y aún veo como nuestros compatriotas siguen siendo explotados y abusados, esos trabajos y tratos solo se pueden comparar con la época de la esclavitud.
Pero por el amor a nuestras familias soportamos todo eso y felizmente enviamos nuestras remesas a nuestros seres queridos en Guatemala.
Ya es hora que los empresarios guatemaltecos devuelvan por lo menos un porcentaje de las ganancias que gracias a las remesas ellos cada día sus empresas siguen creciendo y gozando de los beneficios de las ganancias que esto les brinda. Tanto los empresarios como el gobierno dicen a voz alta que gracias a las remesas de los migrantes de Guatemala goza de una economía saludable. (El que no veamos los frutos de esa economía es lamentablemente debido a la corrupción que ya es otro tema que hemos y seguimos exponiendo).
Pero siempre esas palabras simplemente se quedan en el viento y nunca se hace nada de parte de los empresarios para los Migrantes, ya sea los que son deportados los hijos, esposos, esposas, familiares de los migrantes. Y no me refiero a darles pan todos los días, me refiero a darles oportunidades de trabajo, capacitación y educación dignas de un ciudadano guatemalteco.
Muchos de los migrantes son niños y jóvenes que con mucho esfuerzo propio y de sus padres o seres queridos logran seguir estudiando aquí en Estados Unidos.
Y lamentablemente el señor Trump, el nuevo presidente, canceló el programa que protegía a los “dreamers” “Jóvenes indocumentados que estaban estudiando”.
Todos los “dreamers” guatemaltecos, sé que están pasando por momentos muy difíciles sin saber qué pasará mañana. Siéntanse orgullosos que gracias a sus sacrificios y el de sus seres queridos ustedes han volado muy alto, más que el cóndor y el águila real. Y si tienen que regresar a Guatemala ya llegarán mejor preparados y muchos de ustedes podrán empezar sus propias empresas y cuando lo hagan que no se les olvide las razones por las que salimos de Guatemala y respeten el trabajo de los guatemaltecos tratándoles dignamente y proveerles los beneficios que nosotros no tuvimos.
Empresarios, apoyen al “dreamer” guatemalteco que si lamentablemente tenga que regresar a Guatemala ustedes puedan darle una oportunidad de trabajo, pero ustedes pueden hacer más por nuestra patria y migrantes, no esperar a que ellos sean deportados, por qué no crear programas que invite y motive a un universitario guatemalteco en Estados Unidos a que pueda poner en práctica sus estudios en las empresas guatemaltecas. Ofrecer programas de educación para los trabajadores o hijos, como parte de las prestaciones laborales de Guatemala. Si el gobierno tiene abandonados a los migrantes, la empresa privada también tiene un deber ético y moral para con sus compatriotas. De lo contrario algún día Guatemala se podría quedar solo con los empresarios, ya que todos los guatemaltecos podrían migrar a Estados Unidos y otros países.
Los guatemaltecos necesitamos a los empresarios, pero también los empresarios necesitan a los guatemaltecos.