POR GUILLERMO CASTILLO
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La semana del 15 de octubre 2018 salió de Honduras, una caravana de miles de migrantes con destino en Estados Unidos, sin embargo, surge una pregunta importante ¿Se está usando el dolor y sufrimiento del pueblo hondureño como carne para el asador político?
El análisis bilateral nos lleva a estudiar distintas posibles hipótesis: 1. ¿Es una caravana organizada por extremas derecha de Honduras y Guatemala para apoyar la extrema derecha en elecciones 2018 en Estados Unidos? 2. ¿El Presidente Juan Orlando Hernández y presidente Jimmy Morales lograran que la extrema derecha norteamericana ponga ojos ciegos a la corrupción e impunidad de Guatemala y Honduras? 3. ¿Se lanzó una bolita de nieve organizada por la derecha extrema centroamericana para que luego se creara una avalancha de migrantes por inercia? 4. ¿Se usa la oposición como chivo expiatorio? El derecho a migrar es un derecho humano, sin embargo, es inhumano usar el dolor y sufrimiento de madres, padres y niños para tirarlos como carnada para ganar elecciones y ganar favores políticos.
Recientemente el presidente Trump indico que cortaría la ayuda para Centroamérica en el Plan Alianza para la Prosperidad si los presidentes de Honduras, El Salvador y Guatemala no detenían la caravana de migrantes hondureños hacia Estados Unidos, sin embargo, para los Presidentes Centroamericanos es como decirles que le quitaran un centavo pues roban mucho más dinero del Estado de Honduras, El Salvador y Guatemala, que lo que Estados Unidos da. Es importante visualizar a la derecha extrema en Estados Unidos como un imán positivo (+) y la derecha extrema en Centroamérica como otro imán positivo (+), que pueden cuajar en ideología, sin embargo, en migración son polos opuestos que se repelen, pues la derecha extrema en Centroamérica exporta migrantes (mercancía) y la derecha extrema en Estados Unidos expulsa migrantes (mercancía). ¡Momento! ¿Quizá eso sea el objetivo de ambas extremas derechas que los migrantes sean mercancía transable y maquinita de dolaritos?
Viendo a los migrantes como mercancías, los que menos rentabilidad obtienen de las mercancías son los coyotes que solo ganan US$8mil a 10mil dólares por transacción. En el caso de Guatemala logro exportar más de 2.5 millones de mercancías que hoy enviamos más de US$8 mil millones de dólares por concepto de remesas familiares al año y que generan un estimado de US$800 millones de dólares por compra y venta de divisas más otros US$100millones de dólares por costos de transacción anual. A esto debemos sumar las ganancias por lavado de dinero del narcotráfico o corrupción estratificado a partir de libros contables dobles en cierta entidad bancaria con protección del ente Rector que permita que el cuello blanco y guante blanco disfrute del dinero lavado de la corrupción con impunidad. Como vemos, exportar migrantes es un negocio muy muy rentable para la extrema derecha en Guatemala y en igual condición Honduras donde por el diferencial cambiario se generan excelentes márgenes de riqueza. Los centavitos que Estados Unidos da a Centroamérica son solo migajas.
En México los migrantes son mercancía transable para trata sexual de mujeres, niños y niñas donde la rentabilidad oscila entre el tiempo que la persona pase cautiva en centros de prostitución, cárceles migratorias, casas cerradas donde tienen a los secuestrados o trasladan algunos materiales para el crimen organizado a cambio de no matarlos o dejarlos pasar. México tiene una buena tajada del dolor del migrante centroamericano, sin embargo, no se puede cuantificar pues los números son muy oscuros y las dinámicas muy duras de narrar.
En Estados Unidos existen aproximadamente 120 centros de detención que tienen cientos de camas y que son administrados por grandes corporaciones norteamericanas. Cada mercancía representa un ingreso aproximado de US$100 diarios por cama y en ese sentido es de multiplicar el número de camas por costo mínimo diario. Aquí lo que se trata es de mantener las camas llenas de mercancías para generar la mayor rentabilidad a los dueños de los centros de detención. Luego está el negocio de los grilletes a US$400 dólares al mes por cada mercancía si se le da salida fuera del centro de detención. Las fianzas son otro negocio de buena tajada con altas tasas de interés, en especial dado que las fianzas oscilan entre US$5,000 a US$15,000 dólares.
El Ejecutivo de Estados Unidos ha decido hacer taparse los ojos a la corrupción e impunidad en Guatemala y Honduras, contraviniendo los objetivos de la “Estrategia de Estados Unidos para Centroamérica” aprobada por el Congreso de Estados Unidos en 2018 tanto por Republicanos como Demócratas, en el que se centraba en el apoyo al Ministerio Publico, Organismo de Justicia y Comisiones contra la Impunidad en Centroamérica. Hoy, parece que el Ejecutivo del norte está centrado en hacer caso omiso a la lucha contra la corrupción y fomentar una agenda que debilite la buena gobernanza, seguridad y justicia en lugares de alta migración. Al fin y al cabo, el migrante no es persona, es una mercancía y objeto transable de la que se puede generar mucha riqueza.
Lamentablemente los migrantes somos maquinitas de dolaritos y no importa la separación familiar, ni importa si secuestran, tratan sexualmente, violan o matan. En conclusión, la caravana de migrantes son mercancías transables para elecciones y una buena tajada de riqueza a costa del dolor y sufrimiento ajeno.