POR REDACCIÓN LA HORA
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Un informe de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) reveló que el 57 por ciento de los hondureños que emigraron entre los años 2015 y 2016 no se sentían seguros en su país de origen.
La inseguridad como motivación para migrar no es exclusiva de Honduras, sino que es un problema del Triágulo Norte. El 67 por ciento de los salvadoreños y el 33 por ciento de los guatemaltecos entrevistados en la ruta migratoria tampoco se sentían seguros en su país.
De acuerdo con el documento, el 72 por ciento de los hondureños y el 70 por ciento de los salvadoreños escuchaban habitualmente disparos en la comunidad donde vivían, mientras que el 75 por ciento y el 79 por ciento, respectivamente, presenciaron un homicidio o vieron el cadáver de alguien asesinado en los últimos dos años.
En Honduras la inseguridad es la segunda causa de emigración, pero cada día gana más terreno como causante de desplazamiento forzado.
Sin embargo, salir de su país de origen no acabó con la sensación de inseguridad, pues el estudio advierte sobre la vulnerabilidad de los migrantes en su camino hacia Estados Unidos.
Entre enero de 2013 y diciembre de 2016, los equipos de MSF realizaron un total de 33 mil 593 consultas con migrantes y refugiados procedentes del Triángulo Norte centroamericano, proporcionándoles asistencia médica directa en varias estructuras móviles de salud, centros para migrantes y albergues en todo México. Gracias a estas actividades, MSF pudo documentar el elevado grado de violencia que sufren estas personas, además del impacto psicológico que acarrean el trauma vivido antes de verse forzados a abandonar sus hogares y la violencia padecida en territorio mexicano
El 68.3 por ciento de los migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala experimentaron alguna forma de violencia en su viaje migratorio a través de Centroamérica y México, indica la encuesta. De ellos, el 38.7 por ciento dijeron haber sufrido más de un incidente violento y un 11.3 por ciento sufrió más de tres.
En específico, un 44 por ciento de los centroamericanos encuestados dijeron que habían sido golpeados, un 40 por ciento habían sido zarandeados, empujados o estrangulados, y un 7 por ciento habían sido blanco de disparos.
Además, de los 429 entrevistados que aceptaron responder a las preguntas de MSF, un 31.4 por ciento de las mujeres y un 17.2 por ciento de los hombres habían sufrido algún tipo de abuso sexual durante su paso por México.
El estudio indica que los traumas y lesiones físicas causados de manera intencional fueron la queja más frecuente de los migrantes en las consultas médicas con MSF entre 2015 y 2016, representando casi una cuarta parte de los casos.
MSF califica tales resultados como “terribles” y advierte que las experiencias vividas por los migrantes en la ruta hacia Estados unidos constituye una “crisis humanitaria”.