Guillermo Castillo
Guatemala, país de impunidad, corrupción y paraíso de lavado de dinero donde la justicia, la vida y ley vale el valor del billete. Donde el crimen organizado y narcotráfico financia las campañas de los Presidentes, el Congreso y los Jueces. Donde los banqueros lavan dinero con dólares de remesas familiares y fraude contable. Donde las niñas entre 8 años y 17 años se desaparecen para trata sexual en México o EE. UU. sin que nadie pueda decir nada. Donde las maras que se fortalecen y extorsionan desde las cárceles. Donde los diplomáticos migrantes coordinan puertos y aeropuertos.
Donde los empresarios se roban el dinero de las carreteras, hospitales, escuelas y alimentos. Donde las Personas Políticamente Expuestas están protegidas por antejuicios que evitan cualquier investigación criminal. Donde los sicarios silencian a cualquier líder comunitario que trate de defender la comunidad. Esto, señor o señora Jueza de migración, es la realidad por la que cualquier guatemalteco, en su desconocimiento, se ve forzado a migrar para no morir de hambre ni involucrarse con los criminales, porque su moral y valores cristianos no le permiten hacer el mal a otros y solo quiere proteger a su familia y crecer dignamente como humano.
En palabras de Iván Velásquez, Comisionado de CICIG, Naciones Unidas: “Existen elementos probatorios y redes político económicas ilícitas que pretenden adquirir poder político y siempre poder económico y que realizan actividades legales e ilegales, formales e informales donde se entrecruzan la legalidad y la ilegalidad”.
Para contextualizar, la Fiscal General del Ministerio Público de Guatemala, el Juez Gálvez y jueces de alto impacto en Guatemala han recibido amenazas fuertes por luchar contra la corrupción. Nueve activistas guatemaltecos y defensores de derechos humanos han sido asesinados en 2016, según anunció la Embajada de EE. UU. en Guatemala. Periodistas y reporteros están siendo asesinados. La realidad es que Guatemala requiere de presión de Estados Unidos, porque de lo contrario habrá migración masiva para antes de 2020, no porque la gente quiera irse, sino porque la corrupción, impunidad, trata, narcotráfico y lavado de dinero se apoderó de Guatemala.
Es lamentable que Ni Corrupto Ni Ladrón llore y se victimice en desayunos de oración de Guatemala Prospera falsos. Quien habla de Fe y Dios debe luchar por el bien común y la justicia social, no apoyar a los corruptos y criminales. Cumpla su mandato y deje de llorar.