Por Redacción La Hora
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Luego que The Associated Press (AP), publicara una nota firmada por Sonia Pérez en la que dan a conocer que la muerte de un niño guatemalteco Felipe Alonzo, fallecido en el mes de diciembre bajo la custodia de la Patrulla fronteriza, se debió a causa de una infección bacteriana, se consultó a la Cancillería si accionarían luego de conocer los resultados del informe forense; sin embargo, no se obtuvo respuesta concreta sobre el tema.
Según la nota de AP Felipe Gómez Alonzo, de 8 años, murió la víspera de Navidad en El Paso, Texas, a causa de una influenza y una bacteria respiratoria, el estafilococo aureus.
Diario La Hora, consultó vía WhatsApp tanto al viceministro de Relaciones Exteriores, Pablo César García Sáenz como a Marta Larra vocera de dicho ministerio si por la vía oficial solicitarían alguna acción luego de conocer el informe forense de Felipe Alonzo; sin embargo García, a pesar de haber leído los mensajes no respondió.
Larra por su parte, dijo que las consultas resultaban “algo complicadas” pues en ambos casos (refiriéndose a Jakelin Caal), existen muestras de enfermedad, pero no identifica dónde se enfermaron los menores. Además, indicó que la única información que tiene sobre el caso de Jakelin es que se enviaron dos cartas por la vía diplomática sobre las cuales ya había informado.
Oscar Padilla, cónsul de Guatemala en Phoenix, Arizona, dijo a The Associated Press que recientemente fue entregado el informe forense sobre la muerte del menor.
AP publicó que el niño indígena originario de la aldea de Yalambojoch, del departamento de Huehuetenango, había viajado junto a su padre Agustín Gómez, de 47 años, huyendo de la extrema pobreza en Guatemala e ingresó a Estados Unidos el 18 de diciembre de 2018, el mismo día en que ambos fueron detenidos.
El padre del menor informó a la agencia de noticias que el niño estaba en buenas condiciones de salud. Pero días después de estar bajo el resguardo de la patrulla fronteriza el menor fue llevado con síntomas de influenza a un hospital, donde finalmente murió.
La muerte de Gómez se dio luego que falleciera Jakelin Caal Maquín, de 7 años, migrante y quien tres semanas antes muriera también bajo la custodia de la patrulla fronteriza. Según informaron, trazas de estreptococos fueron halladas en los pulmones, hígado, bazo y glándulas suprarrenales de la niña por lo que tuvo una “infección de progresión rápida” que derivó en una falla orgánica múltiple.
Según AP, una autopsia publicada recientemente de la otra pequeña guatemalteca que falleció, Jakelin Caal Maquín, de 7 años, mostró que la pequeña tenía una infección bacteriana que rápidamente le provocó una septicemia y falla orgánica.
El cónsul dijo a AP que es necesario establecer si las instalaciones migratorias a donde son llevados los niños para su custodia tienen las condiciones necesarias de salubridad.
AP señaló que las muertes de Gómez Alonzo y Caal Maquín generaron gran atención por sus cortas edades, porque ocurrieron con pocos días de diferencia y porque ambos estaban bajo la custodia de oficiales de la patrulla fronteriza cuando enfermaron.
El cónsul Padilla dijo que ahora existe temor por la época de verano, pues las altas temperaturas afectan extremadamente a las personas que migran, sobre todos los que van hacinados en camiones o caminan en el desierto.
Según AP, el informe forense se conoció justo después de que el presidente estadounidense Donald Trump amenazara con cortar la ayuda económica a los países del Triángulo Norte de Centroamérica acusándolos de no hacer nada para frenar las migraciones a su país.