Rodulfo Santizo
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Las deportaciones siguen en aumento y no hay ni una sola idea de cómo atender a tan importante población que retorna a Guatemala con un cúmulo de capacidades y experticias que pueden ser aprovechadas para validarlas, certificarlas y crear actividades económicas que impulsen la inserción de los migrantes retornados en un desarrollo real de las comunidades de donde salieron.
En las instancias de gobierno como el Ministerio de Relaciones Exteriores, Consejo Nacional de Atención al Migrante y otros, deben laborar profesionales con experiencia en proyectos y programas de desarrollo para aprovechar estas potencialidades y no puestos políticos que no saben ser facilitadores en estos importantes temas para aprovechar todas estas oportunidades que tiene Guatemala con el retorno de su principal y valioso patrimonio, -la población- y por otro lado el recurso económico de las remesas familiares.
Los funcionarios que dirigen las instituciones de gobierno y que tienen a su cargo el tema migrante no tienen ni idea de ese potencial de conocimientos que está ingresando al país para innovar y crear proyectos como un Fondo de Reinserción Laboral y Productiva para los migrantes deportados, como el que se trabajó después de la firma de la Paz y que su fin era atender a todos los refugiados en México, proyecto que era administrado por la Organización Internacional de Migración OIM, en el cual tuve la oportunidad de laborar por muchos años, a la par de un dinámico grupo multidisciplinarios de profesionales.
Las experiencias positivas de este proyecto en un fideicomiso especial en fondo resolvente con créditos, asistencia técnica, capacitación y seguimiento pueden ser aplicadas al momento actual de las deportaciones con diversidad de opciones para plantear opciones productivas, apoyándolos en todo el ciclo de proyectos, que garanticen y contemplen la cadena productivas en términos redituables para los deportados y en un ambiente de desarrollo territorial con enfoque cooperativo.
Hay disponibilidad de estos profesionales en aportar sus experiencias y conocimientos para implementar importante idea innovadora para este segmento de población que se encuentra en total abandono y que está urgido que el sector gubernamental o privado le pueda abrir espacios de oportunidad para incorporarse a la actividad económica, utilizando sus capacidades, potencialidades y conocimientos adquiridas en el extranjero.
Esto debería ser un brazo extendido desde los consulados para identificar a los migrantes por municipio de origen, identificando sus capacidades con un proyecto de organización formal para los posibles escenarios ya sea en el país receptor o cuando estén de regreso en sus comunidades, atendiendo a una verdadera caracterización formal, que lo único que requiere es voluntad.
Urge reorientar el quehacer consular y el Conamigua con nuevas capacidades con profesionales enfocados a la organización para acciones económico productivas, desarrollo comunitario, formalización y legalización de estructuras en el extranjero y el interior del país para ir poniendo en práctica un verdadero proyecto que mitigue las causas de la pobreza extrema, marginación, exclusión, migración y falta de oportunidades en el área rural de Guatemala.
Al gobierno de Guatemala y sus diferentes dependencias los migrantes organizados hemos planteado infinidad de veces nuestras propuestas, pero no nos ponen atención, porque no tienen la voluntad política y visión de lo que esto puede significar para el desarrollo de las regiones con mayor expulsión de su población, que ven en la migración la única opción para satisfacer sus necesidades. Somos testigos presenciales de reuniones estériles con funcionarios guatemaltecos de todo nivel, que no tienen el conocimiento real de lo que causan los fenómenos migratorios para tomar acciones preventivas con las entidades encargadas de atender a la población en el área rural, mucho menos sentimos que entiendan un tema que solo los migrantes, entendemos, porque lo estamos viviendo.
Les ofrecemos asesoría gratuita, no perdamos la oportunidad de hacer desarrollo con las remesas y nuestros hermanos que retornan con grandes y valiosos conocimientos, no desperdiciemos la gallina de los huevos de oro.