POR DELIA BONILLA
[email protected]
Guatemala también es un destino para cientos de migrantes que buscan la oportunidad de iniciar una nueva etapa de su vida, acoplándose a una cultura distinta a la propia e implementando ideas que han incidido en sectores empresariales y sociales.
Ese es el caso de Eleazar Bellorin, músico venezolano y actual bajista del grupo guatemalteco Malacates Trébol Shop, quien narró a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) su experiencia como migrante en Guatemala, e indicó que llegó a este país en la búsqueda de una nueva oportunidad para su carrera profesional, dejando atrás a su familia, amigos y a la tierra que lo vio nacer.
“Me arriesgue a todo. En Venezuela dejé muchas cosas, amigos, proyectos personales, entre ellos la compra de una casa propia la cual detuve para venir a Guatemala y comenzar desde cero, en donde no tenía absolutamente a nadie”, indicó el venezolano.
Caracas fue la tierra que lo vio nacer, a los 8 años se mudó junto con sus padres al estado de Lara, lugar en el que creció y desarrolló su gusto por la música al estudiar en el conservatorio de la localidad, posteriormente se graduó de la universidad como docente de música.
Mientras trabajaba en la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, tenía un proyecto musical de salsa brava que se llamaba La Mafia Non Stars, conformado por 12 músicos. La agrupación tuvo una buena racha y muchas propuestas para ir a otros países a tocar sus composiciones, sin embargo, debido a la coyuntura política en Venezuela y el diferencial cambiario no pudieron continuar con el proyecto.
A raíz de eso iniciaron a discutir la opción de migrar a otro país, algunos querían ir a Colombia y otros a Estados Unidos, “entre esa disyuntiva yo sentía que perdíamos demasiado el tiempo y la situación en el país cada vez era peor”, narró Bellorin.
Debido a la inflación, la situación complicó su situación económica, pues cada vez los vuelos para salir del país eran más caros y el músico relató que sentía que trabajaba más y recibía menos remuneración, todo lo que había logrado en la vida se estaba consumiendo, por lo que todos los integrantes de la agrupación que conformaba decidieron tomar un camino distinto.
BUSCANDO UN CAMBIO DE VIDA
Migrar fue la primera opción para dejar atrás la desfavorable situación que estaba viviendo, el destino era Sudamérica, pues sentía más empatía en esa región y pensó en Chile, ya que en Venezuela no se escucha hablar de Centroamérica como un destino para migrar por trabajo o residencia, solamente para turismo
En Venezuela jugó hockey y al llegar a Guatemala se encontró a un rival del equipo de Valencia que había visto en varios juegos e iniciaron una amistad. A las 2 semanas de estar en el país los invitaron a una venta de garaje y allí conoció a Miguel Irrañeta, quien le presentó a Iván Martínez.
Con Martínez paseó por muchos lugares del país y le presentó a músicos guatemaltecos, lo que le permitió tocar en bandas de covers y fue suplente de bajistas en las agrupaciones Tiramisú, Tijuana Love y Super Nova.
Posteriormente, llegó al grupo Malacates Trébol Shop, en el que asegura se ha acoplado muy bien por los ritmos latinos como salsa, merengue y caribeños que toca e interpreta.
“Lo que agradezco de los guatemaltecos es que tienen esa confianza de brindarte la mano, me apoyaron y creyeron en mi talento sin haberme escuchado tocar, eso es muy difícil en el mundo de la música en Venezuela”, indicó Eleazar.
Además, Eleazar agregó que si tuviera que elegir una banda dónde tocar volvería a escoger a “Malacates” ya que su música combinada sonidos de reggae, latina y rock los cuales se fusionan perfectamente con su estilo.
A raíz de la situación política, económica y social que enfrenta Venezuela, todos los amigos de Eleazar han migrado, incluso su hermano que es biólogo marino radica en Estados Unidos y no ha podido verle desde hace 4 años.
“Estoy aprendiendo a conllevar esas cosas que le afectan mucho a los migrantes como estar lejos de la familia y los amigos, extraño mucho a mis papás pero no soy del tipo que decaen, prefiero canalizar esa energía en acoplarme a nuevas experiencias”, expresó Bellorin.