Por Edwin González
Los migrantes guatemaltecos en el extranjero siempre estamos viendo como nos empoderamos todos para posesionarnos en los espacios que realmente nos pertenece y tenemos derecho por nuestra contribución al desarrollo de Guatemala, aportando cantidades significativas de remesas que se convierten en dinero circulante para que los grandes monopolios puedan vender sus productos y servicios, aprovechando que nos hemos metido en círculo vicioso del consumismo, siendo un país de vocación agrícola y que no hemos sido capaces de producir lo que consumimos.
El estar ligado al gobierno puede ser una alternativa para que de manera conjunta hagamos un trabajo de equipo y poder salir adelante como país, pues los migrantes desde el extranjero hemos planteado muchas ideas y propuestas de proyectos, programas y acciones que nuestros gobiernos nunca han atendido y siempre nos dejan con ilusiones que nunca se cumplen; estando claros que los guatemaltecos en el extranjero tienen muchas capacidades y experiencias que deben ser tomadas en cuenta para establecer acciones en políticas públicas de beneficio al migrante, porque estamos seguros que si la diáspora tiene un pequeño punto de apoyo de su gobierno, verán que pueden hacer mucho más de lo que hoy está comprobado que han hecho por sus familiares y Guatemala en general.
Actualmente lo que deseo con todo corazón es que el Congreso de Guatemala por medio de sus 160 diputados apoyen las sugerencias que los migrantes están haciendo para reformar CONAMIGUA, una ley que ha estado muerta y que solo ha servido para despilfarro de dinero, que no ha llegado a los guatemaltecos en tránsito por México, a los deportados y mucho menos a los que residen en situación vulnerable en otras partes del mundo, principalmente Estados Unidos.
Yo estoy completamente seguro de que si mejoramos esa ley nosotros los migrantes vamos a participar con más ganas en toda acción, porque por primera vez seremos tomados en cuenta.
Yo respeto las decisiones que como grupo podamos tomar, pero también tengo mi opinión propia, la cual puedo expresar por cualquier medio que este a mi disposición y soy consciente de que se debe poner empeño y esfuerzo únicamente en establecer buenas relaciones con los diputados en el Congreso de Guatemala, para crear panoramas de confianza que permitan entrar en un verdadero dialogo que nos lleve a que por fin quede reformada la ley de CONAMIGUA.
Las elecciones de las autoridades de Conamigua con la legislación actual es un proceso que lo están haciendo de acuerdo con lo establecido en la ley, lo que los diputados están obligados a cumplir, nos guste o no y sobre ese tema no debemos ponernos a crear controversia, porque, aunque la ley no esté como la deseamos, es algo que se aprobó en el decreto 46/2007.
Creo firmemente que ahora debemos entrarle con ganas a buscar con una buena estrategia de cabildeo que los diferentes bloques del legislativo y todos los diputados para que conozcan y se apropien de nuestros planteamientos para lograr las ansiadas reformas de CONAMIGUA, para que con este logro sigamos haciendo mucho por nosotros mismos y obviamente por Guatemala. Los invito a dejar la confrontación y que unamos nuestras ideas, aprovechando que estamos en un espacio en un verdadero Conversatorio del Tema Migrante.