Mario Barrientos
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Las fallas del sistema del Tribunal Supremo Electoral (TSE) son una muestra del colapso que sufre Guatemala, en donde la democracia se ve vulnerada por la corrupción, la población con casi nula credibilidad está a la espera de la segunda vuelta entre Sandra Torres y Alejandro Giammattei. Dos candidatos que no ofrecen ninguna solución a los problemas que afronta el país, como en las elecciones realizadas hace cuatro años, se escogerá a uno de ellos dos, más por aquello que dicta la ley y no por la capacidad de gobernar o por su “plan de trabajo”.
Ambos candidatos han ejercido cargos públicos en el pasado, dejando mucho que desear en sus funciones y decisiones, esta vez compiten por ser el próximo presidente de la república. El panorama político no pinta su mejor cara, hay mucho que trabajar en educación, salud, pobreza, hambruna, seguridad, justicia entre otras y no se ven propuestas claras que ayuden a mejorar estos problemas que cada vez golpean con más fuerza a Guatemala.
En sus campañas utilizaron la demagogia para tener más alcance dentro de la población, dejando por fuera los temas que realmente le interesan a una población que está a la espera de soluciones inmediatas a los conflictos que afrontan día a día. Todo se ha dado para que siga reinando el mismo sistema que se ha perpetuado en el Estado desde que empezó la era democrática en nuestro país, corrupción, abuso de poder, poca voluntad a solucionar temas que ayuden al avance de los más afectados.
La coyuntura nacional tiene un desolador panorama y necesita cambios reales por parte del próximo presidente, que tome acciones en pro del país y no en pro de sus beneficios personales. El siguiente Gabinete presidencial tendrá la oportunidad de mejorar las estructuras estatales y de guiar un nuevo camino o seguirlo hundiendo como lo han venido haciendo los gobiernos anteriores.
Espero que no