Washington/dpa
Los niños al comienzo de la pubertad ya tienen, en la mayoría de los casos, una imagen bastante definida de los roles de los sexos, independientemente de que crezcan en sociedades ricas o pobres, liberales o conservadoras, según un estudio publicado en “Journal of Adolescent Health”.
“Hemos descubierto que los niños ya tienen interiorizados a una edad muy temprana los mitos de que las mujeres son frágiles y los hombres fuertes e independientes”, dice Robert Blum, director de la investigación.
“Estos mitos son reforzados incesantemente por todas las partes, por los hermanos, los compañeros de clase, los profesores, los padres, los educadores, los familiares, los clérigos y los entrenadores de los deportes”, explica.
Si los niños tratan de liberarse de estos roles, corren el riesgo de padecer consecuencias negativas. Estos sufren acoso, intimidación e incluso ataques físicos.
Los investigadores advierten de que “la camisa de fuerza de los roles de los sexos” esconde riesgos para la salud tanto para hombres como para mujeres, pero especialmente para las niñas.
Los autores del estudio entrevistaron a 450 niños de entre 10 y 14 años y a sus padres en áreas urbanas de 15 países, entre ellos Bélgica, China, Ecuador, Egipto, India, Kenia, Estados Unidos y Escocia, en Reino Unido.
Se les preguntó a los niños lo que opinaban de los roles de los hombres y las mujeres en las relaciones románticas. Independientemente de su origen, en general consideraron que son los hombres los que deben dar el primer paso.
“Si no tiene el valor suficiente, creo que es muy cobarde. Además, entonces no es un hombre”, dijo una niña de 12 años de Bélgica.
Pese a estas opiniones conservadoras, los jóvenes mostraron una mentalidad muy abierta con respecto a las relaciones homosexuales. “No creo que sea ni bueno ni malo. Cada uno es dueño de su vida”, dijo a los investigadores un niño de 12 años de Ecuador.
Los padres explican sobre todo a sus hijas cómo deben comportarse como mujeres cuando entran en la pubertad, escriben los investigadores.
Sin embargo, las conversaciones con los niños sobre los cambios que sufre su cuerpo están considerados como un tema tabú o como algo innecesario.
Las chicas se enfrentan a muchas normas en relación a su cuerpo que se suponen que sirven para protegerse. No obstante, estas exigen también un comportamiento sumiso, destacan los autores del estudio.
Además, la violencia es un medio aceptado para evitar que se rompan las reglas. Esto hace que sea más probable que las jóvenes sean víctimas de violencia corporal y sexual, que se contagien con enfermedades de transmisión sexual, que se queden embarazadas pronto o que abandonen antes la escuela.
Por el contrario, se suele animar a los niños a descubrir el mundo más allá de la puerta de su casa. Los niños en China e India contaron que se espera de ellos que sean “fuertes, como un héroe”.
En general, ellos invierten más tiempo en los pasatiempos que eligen y practican entre sí el comportamiento dominante. Sin embargo, según el estudio, esto provoca que los hombres sean más propensos a un comportamiento peligroso o arriesgado. Tienen más probabilidades de volverse adictos a las drogas y de morir en un accidente.
Según los investigadores, el estudio constata descubrimientos anteriores de que con el comienzo de la pubertad “el mundo se amplia para los hombres y se reduce para las mujeres”.
“Hemos descubierto que los niños ya tienen interiorizados a una edad muy temprana los mitos de que las mujeres son frágiles y los hombres fuertes e independientes”.
“Estos mitos son reforzados incesantemente por todas las partes, por los hermanos, los compañeros de clase, los profesores, los padres, los educadores, los familiares, los clérigos y los entrenadores de los deportes”.
ROBERT BLUM -DIRECTOR DE LA INVESTIGACIÓN-