POR DOUGLAS GÁMEZ
[email protected]
Era un miércoles por la tarde, la lluvia se hizo presente en Guatemala, los cortes de luz y todo eso se combinó con una caída de la red social de WhatsApp. En ese entonces, mis prioridades eran otras y por eso tuve que salir de la redacción para seguir una pista de una investigación que hacía junto a otras compañeras.
Mantuve comunicación como pude con Grecia Ortiz, aún no dimensionaba el punto que estaba alcanzando esa tarde un proyecto que puedo asegurar nos cambió la vida a ambos, cuando regresé, ya bastante entrada la noche porque el tráfico me atrapó, se realizaban los últimos retoques a la primera edición de La Hora Voz del Migrante. Del proyecto aún no sabía mucho, nuestro director Pedro Pablo Marroquín me había hablado al respecto en diciembre de 2016, pero aún me faltaba claridad.
Dos días después, tuve el honor de compartir en las redes sociales de La Hora Voz del Migrante y La Hora el primer reportaje que había realizado Grecia para este medio y ahí todo cambió para mí, porque a las semanas me incorporé como reportero y conté la primera historia de una migrante que me presentó mi amiga de la universidad, Andrea Cordón.
Y esa fue la primera historia de muchas que permitieron mantener vigente mi acercamiento con las personas, me sensibilizaron y ayudaron a comprender la importancia que tienen los migrantes para Guatemala, más allá de la típica nota de estadísticas de deportados que realizaba cada fin de año en otro medio en el que arranqué mi carrera periodística.
Para mí La Hora Voz del Migrante se convirtió en un espacio de muchas alegrías, dedicación, conocer personas, crear contactos, mejorar técnicas, probar cosas nuevas, contar las historias y noticias de formas distintas a las que se acostumbran.
Con el tiempo asumí nuevas responsabilidades y se transformó en una escuela de liderazgo, pasión y entrega por trasladar a ese motor que representan los migrantes, información certera y de interés. Me abrió oportunidades académicas y de distintos ámbitos.
Todos los migrantes que he conocido en estas 100 ediciones, guatemaltecos destacados o que se han acercado para contar una historia, al equipo técnico que hace posible cada semana la publicación de nuestras historias, a Oscar Clemente Marroquín, Pedro Pablo Marroquín, Juan Fernando Marroquín, Grecia Ortíz, Regina Pérez, Margarita Girón, Mariela Castañón, Roberto Altán, Alejandro Ramírez, Padilla, Néstor, Erick, Erick Paiz, Edgar Ríos, Doña Emma, Luis, Edwin, Doña Normita, gracias por acompañarnos y ser parte de esta historia, por el cariño y entrega, por las sonrisas, preocupaciones y jornadas largas compartidas, créame que hemos aportado y mucho a la comunidad estas 100 semanas, les aseguro que habrán 100 más y veremos cambios a favor de quienes se sacrifican por sostener a este país.