POR GRECIA ORTÍZ
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Carlos Mijangos Hernández, guatemalteco, empresario y vicepresidente de la Asociación Primaveral, es el ejemplo vivo de cómo los migrantes sortean obstáculos de todo tipo para cumplir sus sueños y aportar al desarrollo de su país de origen y de su nuevo hogar.
Mijangos nació el 29 de agosto de 1951; con 22 años dejó Guatemala para viajar a Estados Unidos por la misma razón por la cual lo han hecho millones de connacionales: la falta de oportunidades y la esperanza de una vida mejor para ellos y sus seres queridos.
El choque cultural fue la primera barrera para encontrar un trabajo y unirse a la sociedad estadounidense. Al principio no sabía hablar inglés, pero aprendió para no perder ninguna oportunidad que se cruzara en su camino.
Desde su llegada Mijangos trabajó en restaurantes, cafeterías y oficinas, por jornadas extenuantes. Vivió un tiempo en Los Ángeles y luego se trasladó a Washington DC junto a su hermana, gracias a la ayuda de un conocido.
Fue cuando llegó a trabajar al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que tuvo la oportunidad de superarse con esfuerzo. Comenzó trabajando de lavar platos y fue creciendo poco a poco, hasta que se convirtió en el encargado de preparar comidas para las fiestas privadas de la institución.
Además de esas labores, Mijangos también se desempeñó como mesero y fue durante ese tiempo que se ganó la confianza y el respeto de sus compañeros de trabajo, de modo que se abrieron las puertas para que después laborara en banquetes de Gobierno, en el Departamento de Estado, en el Senado, Capitolio, en Galerías de la Academia de Ciencias, además de cenas presidenciales. Hoy es propietario de una empresa que se encarga de este tipo de servicios.
Pero Mijangos no solo procuró bienestar para sí mismo, pues también es integrante de la Asociación Primaveral, conformada por migrantes guatemaltecos y en la que funge como vicepresidente.
Desde la Asociación y también de forma particular, Mijangos se ha caracterizado por su participación activa en campañas benéficas, sin recibir nada a cambio y de la forma más discreta posible, pues no busca obtener reconocimiento.
Actualmente Mijangos está explorando en otro ámbito: la música. El guatemalteco se encuentra promocionando su primer disco con canciones de su propia inspiración.
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Algunas de sus canciones
Albita,
Amor amor,
Vamos a la fiesta,
Cuando el hombre comprenda, entre otras
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