POR DENIS AGUILAR
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Una de las problemáticas persistentes en Guatemala es la falta de oportunidades que obliga a un sector, aún sin contabilizar, de la población a migrar hacia Estados Unidos. En cuanto a los niños, niñas y adolescentes guatemaltecos, la violencia y pobreza aún son condicionantes que los empujan a dejar sus hogares para tratar de aportar a los ingresos económicos de sus familias y ayudarles a subsistir.
Ante esto, distintos sectores a favor de la niñez y migrantes manifiestan su preocupación, debido a que consideran que con el paso de los años aumenta la migración de menores de edad hacia Norteamérica bajo una serie de riesgos latentes.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), hasta septiembre de este año han sido retornados al país 2 mil 889 niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, lo que implica una reducción considerable, ya que en todo 2016, esta cifra fue de 8 mil 403.
Los datos de la OIM evidencian que el 93 por ciento de los menores de edad retornados a Guatemala provienen de México, mientras que el 6.9 por ciento de Estados Unidos. Asimismo, el 77.2 por ciento son niños y el 24.8 por ciento niñas. Además, el 63.2 por ciento indicaron pertenecer a comunidades indígenas.
Distintas organizaciones de la sociedad civil que trabajan con la niñez migrante manifiestan que esta situación es preocupante, principalmente porque los menores de edad están arriesgando su vida, debido a que en Guatemala no existen las condiciones y políticas para la generación de más oportunidades, para que así la migración no sea necesaria y continúe siendo un derecho y elección.
Sergio Lobos, del Observatorio Regional de Migración Infantil (Oremi), menciona que la violencia y las situaciones de pobreza y pobreza extrema son de las principales causas que obligan a que la niñez y adolescencia salga del país.
“A temprana edad, tanto niñas como niños y por supuesto adolescentes, las pandillas quieren reclutarlos, o quieren que se integren a las pandillas, o son amenazados de muerte o incluso huyen de la violencia intrafamiliar en sus casas”, explica Lobos.
El entrevistado indica que otro de los principales factores para que la niñez y adolescencia continúen migrando es la reunificación familiar en Estados Unidos, sin embargo, advirtió del clima político adverso en ese país para el migrante, debido a las nuevas políticas implementadas por el Gobierno del presidente, Donald Trump, quien ha dado pasos para dejar inoperante programas para los extranjeros como el DACA.
EL SEGUNDO PAÍS CON MÁS DETENCIONES
OREMI estima que hay más de 12 mil niños, niñas y adolescentes que intentaron cruzar este año la frontera de Estados Unidos, estimaciones basadas en datos de la Patrulla Fronteriza de ese país. Con esto, Guatemala es el país de la región con más niñez y adolescencia migrante detenida en lo que va de 2017.
“Los números siguen constantes, siguen en aumento, en especial los números que nos arroja la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, lo que está -evidenciando- es que siguen emigrando, siguen siendo detenidos en Estados Unidos, pero por alguna razón el volumen de niños, niñas y adolescentes que llega a Estados Unidos no es repatriado”, explica Lobos.
Además, expresa que debido a diferentes condiciones y normativas vigentes en Estados Unidos, no todos los niños y niñas son repatriados de forma inmediata, y recordó que hay un proceso a seguir para culminar con su retorno al país, y enfatizó que en esa nación se implementa un mecanismo de protección para los menores de edad interceptados.
Mientras que Alejandra Mena, vocera de la Dirección General de Migración (DGM), indica que el número de niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados retornados este año se ha reducido en comparación a 2016.
SON “TRAUMAS HUMANOS”
Para el padre Mauro Verzeletti, de la Pastoral de Movilidad Humana, las migraciones de niños, niñas y adolescentes son “traumas humanos” por varios motivos, en específico hizo énfasis en las dificultades y necesidades de los menores de edad de la reunificación familiar. También mencionó que Guatemala carece de políticas públicas que beneficien a los niños y niñas.
“Debido a la falta de políticas públicas de parte del Estado, los niños, niñas y adolescentes tienen que migrar, en lugar de estar estudiando y preparándose para tener un futuro mejor”, señala Verzeletti.
“Desde temprana edad se empieza a violar un derecho fundamental de un niño o de un adolescente y se ven obligados a salir del país”, agrega el clérigo.
Verzeletti considera que la falta de políticas que beneficien a los niños y niñas migrantes se debe a que no existe la voluntad de parte de los funcionarios para actuar en beneficio de estos.
“Mientras no tengamos políticas públicas integrales, que favorezcan a los más jóvenes y a los más necesitados del país, difícilmente vamos a cambiar esa situación”, dijo.
Ante esto, el religioso insta a que tanto el Gobierno, el Congreso de la República y otras instancias impulsen acciones y muestren su voluntad política para cambiar la situación que atraviesan los niños, niñas y adolescentes que se ven en la necesidad de migrar para mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias.
LA ATENCIÓN A LOS REPATRIADOS
El Departamento de Niñez y Adolescencia Migrante no Acompañada de la Secretaría de Bienestar Social (SBS) es el ente encargado de recibir y dar acogimiento a aquellos migrantes menores de edad no acompañados cuando son retornados desde México y Estados Unidos.
La SBS cuenta con dos albergues para atender a la niñez y adolescencia retornada, los cuales están ubicados en el departamento de Guatemala, con capacidad para atender a 26 personas, mientras que el de Quetzaltenango puede atender a 70 niños, niñas y adolescentes.
El albergue ubicado en la ciudad de Guatemala atiende a la niñez y adolescencia que es retornada vía aérea desde México y Estados Unidos, mientras que en Quetzaltenango, son recibidos quienes han sido retornados vía terrestre desde México.
A pesar de las cifras, estas no reflejan en su totalidad la problemática que enfrenta el país, una nación que carece de facilidades para que la niñez y adolescencia acceda al sistema educativo y pueda profesionalizarse, ingresar al campo laboral o realizar emprendimientos para el desarrollo de sus familias y comunidades. Los niños, niñas y adolescentes siguen migrando, sorteando peligros y obstáculos para darles a sus familias las oportunidades que ellos no tuvieron.
[recuadro]CIFRAS
2 mil 889
niños, niñas y adolescentes
migrantes no acompañados
han sido retornados durante 2017,
según la OIM
93 por ciento
de los menores de edad retornados a
Guatemala provienen de México
6.9 por ciento
de los menores de edad retornados
provienen de Estados Unidos.
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